El fin no justifica los medios. Esta es una máxima moral para mi y lo complemento con una frase de un escritor al cual admiro mucho, Aldous Huxley, que dice que los buenos fines, si o si, conllevan buenos medios.
Se ha iniciado en estos días una campaña en la blogosfera boliviana invitando al debate sobre el texto de la supuesta nueva Constitución aprobada en grande el día sábado y yo saludo esta iniciativa, ya que la mayoría de los blogeros no superan los 30 años y puede ser muy enriquecedor el debate. Sin embargo, yo ya tomé mi postura respecto a la Constitución, que me parece bastante progresista, pero no comparto los medios por los cuales se la aprobó. También ya decidí, una vez, que mi voto en el referéndum constituyente, por aprobar o no esta CPE, será en blanco, ya que, si bien puedo estar de acuerdo en varios puntos, no comparto los medios en los cuales se aprobó.
Ya dije antes, que la CPE debe ser un reflejo de la sociedad y eso es lo que realmente importa, no asi lo lindo y progresista del texto. Y, casualmente, hoy me encuentro, en la ciudad de La Paz, trabajando en un texto que tuve la suerte de presentar en abril en el Congreso Latinoamericano de WAPOR y que se convertirá en parte de un libro (una gran alegría para mi) que saldrá a nivel latinoamericano en abril o mayo de 2008. En este texto se plantea la nueva articulación del mapa político boliviano y, sinceramente, creo que la CPE debe ser eso, un reflejo de Bolivia, tanto en su fin, el papel, el texto, como en sus medios, tanto como en sus medios, procedimientos de aprobación. Creo que esta CPE no ha cumplido con ninguno de los dos requisitos, más el segundo que el primero, pero ninguno de los dos a cabalidad.
Escribo este post para explicarles, a los amigos blogeros, mi ausencia del debate. De igual manera se que los compañeros Ronaldo, Marco, Edson, José Luis y otros mas podrán dar comentarios muy cercanos a los míos, porque los conozco y se que pensamos de modos bastante similares, y también se que Andrés, Javier o Renzo, entre otros, enriquecerán mucho el debate.
¡Hasta la victoria, siempre!